Enseñar español es para muchos una vocación pero desafortunadamente se está convirtiendo en un reto.
Muchos de nosotros nos enfrentamos al desamparo de la precariedad laboral y en el peor de los casos al exilio forzoso. Por eso, desde mi humilde opinión y desde mi experiencia, es positivo tender a la autosuficiencia. Es decir, ser capaces de crear nuestro propio entorno de trabajo y no solo buscarlo.
Hace año y medio decidí trabajar como profesora de español autónoma. No ha sido un camino fácil, pero aquí sigo haciendo de mi vocación mi forma de vida.
No hay secretos, pero si 5 claves que han sido esenciales durante este tiempo:
1- Imaginar, soñar: para crear primero hay imaginar, imaginar quien queremos ser y que queremos conseguir. Sueña… Es gratis.
2- Plantearse metas: en ese sueño hay un objetivo, visualízalo y analiza cuales son tus puntos fuertes y débiles para conserguirlo. Todos, absolutamente todos somos buenos en algo. Poténcialo a favor de tus metas.
3- Tener un plan de acción: sé organizado y perseverante. Haz todos los días algo que te ayude a conseguir tu objetivo. Nadie dijo que sería fácil, pero es verdad que “quién sigue la consigue” y que “el camino se hace andando”. No pares.
4- Ser autosuficiente pero aprende a pedir ayuda: cuanto más cosas seas capaz de hacer por ti mismo, más libre serás. Sin embargo, como bien sabemos los profesores, el aprendizaje puede ser colaborativo, así que cuando no sepas hacer algo pide ayuda para seguir aprendiendo gracias a tus dificultades.
5- Enamorarse: sí, enamórate de tu trabajo, de tus estudiantes, de sus historias, de sus errores… Ser profesor de español te permite vivir cada día muchas vidas diferentes. Viaja a China, Alemania, Uganda… Viaja a través de las palabras de tus alumnos. Y enamórate en ese viaje.